CAÑONES DEL EBRO - CASCADA DEL TOBAZO
23 DE MARZO DE 2.025 CANTABRIA - BURGOS
El día 23 de marzo de 2.025, el GM El Argayu tenía prevista en su calendario oficial una ruta que discurría por el monte Hijedo, pero las condiciones meteorológicas y la crecida de los caudales fluviales aconsejaron a nuestros guías la realización de una ruta alternativa en los cañones del Ebro, en el limite entre Cantabria y Burgos. Sabia decisión, pues el sol nos acompaño en la jornada, en la que pudimos descubrir dos bellos rincones del alto Ebro
Nuestro punto de encuentro y salida se trasladó a Villaescusa de Ebro, el río se abre paso creando una cárcava de impresionantes paredes verticales, que pudimos observar desde diferentes puntos, en las dos pequeñas rutas que realizaríamos en la mañana.

Meli y Quique fueron los guías de la jornada. Supieron adaptarse a la nueva situación y eligieron dos itinerarios que nos sorprendieron por su belleza . Esperemos que con la bajada de las aguas, puedan pronto acomodar sus agendas y guiarnos por el monte Hijedo...sin tener que esperar un año.
La primera de las rutas de la mañana nos llevaría hasta unas antiguas trincheras militares. Salimos junto al fielato de Villaescusa, uno de los cuatro que quedan en Valderredible, donde se cobraban los impuestos de paso a las mercancías que circulaban en la zona. Activo hasta 1960.
Las rutas de la zona cuentan con una buena señalización , un camino de pronunciada pendiente se abre paso en un bosquete de carrascas, nubes en altura y sol primaveral .
El camino nos conduce a pastos altos arrancados al encinar , otrora esta tierra fue sustento para una actividad agrícola y ganadera que fue la base económica de sus habitantes...muchos de ellos dejaron estos caminos para tomar el de la emigración hacia ciudades y poblaciones cercanas que en la década de los 60 del pasado siglo, despegaban a lomos de la industrialización.
El grupo marcha unido entre las bajas encinas , es el tramo final antes de llegar al emplazamiento de las trincheras. Al fondo de la imagen la alta planicie es el hábitat del encinar que separa y une las provincias de Cantabria y Burgos.
En el punto más elevado encontramos uno de los grupos de trincheras de la época de la guerra civil española , que languidecen ante el paso del tiempo, las inofensivas carrascas rodean el emplazamiento militar, recuerdo de nuestra historia reciente, que habla de importancia estratégica del lugar.


Una trinchera de forma circular se cuelga en la verticalidad del roquedo, como si fuese un nido de águila, a través de sus aspilleras los vigilantes centinelas controlaban el paso y acceso por la única ruta, que discurre junto al rio Ebro.
Asomados en la cresta militar, pudimos comprobar lo estratégico del sitio y las extraordinarias vistas que desde allí teníamos.
El río se abre paso en medio de los delirios verticales de la cárcava, las aves que allí anidan vieron pasar , arrieros, soldados, emigrantes, contrabandistas, peregrinos y enemigos en retirada...gentes que vienen y van y todos buscan la forma de ganar el pan.
Y desde este punto y sin abrir el paraguas, ni al agua, ni al sol, nos volvimos por el mismo camino al punto de partida para iniciar el segundo recorrido de la mañana...
¡ Ahí va el Ebro !...si , el Ebro bajaba cantando por Villaescusa, bajaba soñando con el Mediterráneo, lodos lleva desde lo alto , son días de agua brava. De Campoo salió manso, en Castilla se hace Señor, en la Rioja agricultor y en Aragón toma reino, para dejar en Tarragona, la grandeza que pregona...¡ Ahí va el Ebro !
Y cruzado el río , es llegado el mediodía, es hora de tirar de viandas y reponer fuerzas ante el segundo recorrido que nos esperaba y que en Villaescusa da comienzo.
Viejas puertas en Villaescusa , jambas de piedra toba que vieron marchar a sus moradores. Aguantan y resisten el paso del tiempo , quizá algún día alguien recuerde el viejo hogar ...calle El Sol. numero 14.


Fuente, abrevadero, lavadero, queda reflejada en el agua la silueta del árbol viejo, testigo mudo de todas las esperanzas de los habitantes del lugar, por aquí pasaba todo y el agua lo iba llevando. Es en este punto donde comienza en tramo de 2,3 kilómetros que nos llevará a la cascada del Tobazo.
El sendero se adelgaza camino de la cascada, es ruta transitada y clara, que lleva al senderista hasta las aguas que bajan de la montaña.
A medida que ascendíamos nuestras miradas se concentraban en ese prodigio de belleza que es la cascada del Tobazo. El rumor del agua, aún lejana, afinaba nuestros sentidos...era el día , ese en que los elementos se confabulan para chorrear una belleza suprema.
Ninguna cámara fotográfica es capaz de recoger toda la sublime expresión de la naturaleza en esplendor, a veces, muchas veces, lo maravilloso fluye a nuestro alrededor, en el interior de la tierra brava...quien allí estuvo, lo sabe.
Nuestros pasos nos llevan a los ojos de la montaña , allí donde nace todo, las lluvias marzo llenaron las entrañas de la roca hasta hacerla rebosar , el agua pura, fría y de sin igual trasparencia se precipita desde aquí ladera abajo. Lauren contempla maravillada esta conjunción de elementos.
Pero no es esta la única sorpresa del recorrido, en lo más alto , aparece un eremitorio donde ascetas se retiraron hace mil años, al amparo de la montaña , de su soledad, de la vida, que la presencia del agua les daba. Una forma de de haber sido y de ir siendo que nos asombra en la actualidad.
Y desde el punto más alto del recorrido, afrontamos un descenso por otro camino diferente a la subida . La senda baja en paralelo y casi vertical con la cascada, lo cual nos permitió observar esta maravilla natural en todo su esplendor.
Si la parte superior del cañón es territorio de la encina , la zona umbría de los cantiles es hábitat para majestuosas hayas ( Fagus Sylvatica) . Pudimos ver varios ejemplares de gran porte, que aún sin hoja, mostraban todo el musculo de su ramaje. Raúl aparece como ser del bosque , diminuto ante tanta grandeza.
La ruta de descenso junto a la cascada, no presentaba ninguna dificultad técnica, pero había que emplearse a fondo en tramos puntuales . Los más jóvenes estuvieron atentos para echar una mano a los más veteranos. El agua había abierto una autentica trinchera por la que había que avanzar.
La senda permite, en diferentes puntos, detenerse junto al agua para admirar las terrazas que conforman auténticos jardines de agua pura , el sueño vertical acaba por transformarse en arroyo vivo, que vierte aguas al Padre Ebro, camino del Mediterráneo.
El camino nos devuelve en recorrido circular a Villaescusa de Ebro. Meli no desplegó el paraguas y el día resultó una gratísima sorpresa que invita a volver a la zona, pues esconde muchas cosas por descubrir. En la foto buscamos nuestra situación en el plano, dentro del ámbito de la gran ruta GR 99. Camino natural del Ebro.
Finalizada la jornada deportiva hubo otras actividades en la zona... unos se juntaron para comer.
Otros se adentraron en la cercana y mágica Orbaneja del Castillo, café con rumor de Agua...
Y de regreso a casa y como postre de la jornada, hubo quien visitó una de las joyas del románico cántabro. La colegiata de san Martin de Elines . Argayus por doquier ...y con ganas de volver.
Gracias a cuantos contribuyeron con sus imágenes a la realización de esta crónica.
Salud y montañas bellas.
Alfonso Martínez Toledano.
cronista del GM El Argayu.