lunes, 8 de abril de 2024

RUTA COSTERA SOMO - GALIZANO

 




RUTA COSTERA SOMO - GALIZANO

Domingo, 17 de marzo de 2024

Un encuentro con los orígenes


Sabido es, que los Picos de Europa, nuestras montañas más emblemáticas en Cantabria, surgieron del fondo marino. En la noche de los tiempos la corteza terrestre tuvo numerosas convulsiones, el choque de placas en el fondo de los océanos hizo que estas placas se elevasen para constituir algunos de los sistemas montañosos que hoy conocemos, así pues, era el momento de darnos una vuelta por nuestra costa para ver y comprender mejor las huellas del pasado.


No es difícil encontrar en nuestros Picos de Europa, rocas calizas que llevan en su constitución evidentes huellas de los depósitos que los océanos aportaron. La de la foto, procede del parque nacional de los Picos de Europa Cantabria. Muchos de estos fósiles se encuentran en las partes mas altas .


Pepa y Quique fueron nuestros guías a través  de la costa, en principio la ruta tenía previsto el tramo Somo - Langre , pero debido a la bonanza del tiempo, nos alargaron la ruta hasta la localidad de Galizano.



Esta vez fueron los Lebanieg@s y socios del interior de Cantabria quienes nos desplazamos a Santander para tomar la lancha que nos llevaría hasta en muelle de Somo, donde comenzaba la ruta. La ciudad mostraba una  excelentes vistas desde la bahía.


No fuimos los únicos en disfrutar el día, la trainera de Pedreña se cruzaba ante nosotros en su entrenamiento por las tranquilas aguas que el mar Cantábrico nos ofrecía.


En Somo nos esperaba Quique, para dar comienzo a la ruta. El grupo posa con el fondo de la ciudad de Santander momentos antes de dar comienzo a la Jornada.


Pilar y Fernando consultan  en el panel explicativo el discurrir de la ruta, nos esperaba un paisaje de gran belleza y un camino muy llevadero. La ruta en diferentes tramos es coincidente con el camino costero que los peregrinos utilizan en sus itinerarios a Liébana y Santiago de Compostela.



Tras atravesar brevemente el casco urbano de Somo, tomamos contacto con el grandioso arenal a pie de playa, a algunos se nos hacía un poco extraño sentir la arena bajo nuestras botas. La temperatura acompañaba y  la brisa marina nos traía el olor de la mar inmensa.


El arenal dio paso a las rocas que llegaban hasta la playa , en el horizonte, los pinos costeros parecen disfrutar de las brisas que les acarician, el camino se vuelve estrecho antes de llegar a una zona de acantilados.


No hay ruta que no tenga su pequeña o gran historia, nuestros guías hacen un alto en el camino para comentarnos algunas de las vicisitudes y características del terreno. Ha sido este un territorio habitado por el hombre desde la antigüedad.


 

El azul del cielo y del la mar se funden sobre los acantilados del camino, rocas verticales y extraplomadas a nuestros pies, un espacio de vértigo desde el que contemplar la espectacular cosa de Cantabria.



Difícilmente las fotografías son capaces de recoger la bravura de esta costa, costa de Cantabria, costa del Cantábrico, indisoluble pareja de naturaleza plena, nombre recíproco, que adentra el uno en el otro, hasta confundirse.


El sendero bordea, angosto, esta tortuosa costa. El invierno está en tránsito, deja paso al calor, son como siempre, las margaritas las que nos anuncian los días venideros. El buen tiempo nos acompaño toda la jornada.


La senda nos lleva hacia la playa de Langre, bella entre las bellas...el paraíso está aquí. No se le puede pedir más al espacio, equilibrio en las formas, lo horizontal y lo vertical en perfecta armonía, millones de años modelaron su diseño. 


El día se presentaba animoso y nuestros guías decidieron continuar el sendero costero para llevarnos, pasada la playa de Langre, hacia la localidad de Galizano.



Argayus, placas, estratos, millones de años de un mar que nunca descansa y que modela como inagotable escultor un escenario de bravura, donde colores puros y rotundos definen un caos geológico de incomparable belleza.


Después de atravesar numerosas y bellas calas nos acercábamos a Galizano ...¿aquí cuando se come ?



Y fue a la orilla del mar donde encontramos acomodo para tomar un buen refrigerio y reponer fuerzas. Algunos incluso aprovecharon ocasión y temperatura para tomarse un buen baño . Excelente restaurante y mejores vistas.


Nuestra Presidenta dando un brindis al sol y mostrando el buen ambiente reinante.😋😋.



Y volvimos sobre nuestros pasos, no sin antes volver la cara, cuando dejábamos atrás los perfiles anteriormente andados. Un día para recordar.



Le llamaron costa verde...argumentos tenían.


En el regreso  para cruzar de nuevo la bahía , aún quedo tiempo y espacio para el descanso y la contemplación del sol, que hacia poniente, dejaba sobre las aguas reflejos de plata . 




También hubo momentos para socializar , hablar de futuros proyectos y celebrar con  un brindis los 70 años de nuestro presidente de honor y guía ... el gran...Quique. FELICIDADES.


Resulta difícil elegir entre tan bellos paisajes las fotografías más adecuadas para poder reflejar el bonito día de ruta por la costa de Cantabria. Gracias por todas vuestras aportaciones.

                                                                                                        Salud y montañas bellas.

                                                                                                     Alfonso Martínez Toledano.

                                                                                                    Cronista del G. M. El Argayu.

miércoles, 31 de enero de 2024

SAJA - BESAYA, UNA RUTA ENTRE RIOS

 LA RUTA DE LOS DOSCIENTOS MIL SESTERCIOS

sábado 20 de enero de 2024

Nos preguntamos hoy, si Pepito y Paquito nuestros compañeros de El Arguyu, son tataranietos de aquel legendario guerrero cántabro que fue Corocotta, el hecho es que nuestros guías de Ucieda,  eligieron el enigmático espacio entre los ríos Saja y Besaya para comenzar las rutas de 2024. Lo que si queda claro amigo lector, es que de cualquier manera, seas guerrero o no, aquel fue un espacio para perderse en las sensaciones que la naturaleza de Cantabria nos brinda; desde aqui, nuestro agradecimiento a los guías benévolos que abrieron ese espacio a nuestros sentidos.




Había ganas de volver a la montaña  tras la pausa navideña, estaba fría la mañana, (-7 grados en Liébana) cuando nos dimos cita el sábado 20 de enero en el aparcamiento de el centro de interpretación del Parque natural Saja Besaya. Nuestra ruta era circular.


Nuestros guías habían reconocido el itinerario días antes, en la  conocida como ruta de la Cueva del Poyu, pero los  caminos y senderos no estaban en las mejores condiciones y decidieron hacer una variante asfáltica para calentar las piernas y evitar los lodos.


Tras vente minutos de caminata ganando altura los guías nos introdujeron por un empinado sendero que nos volvía a conectar con la ruta original , puro monte, donde diferentes especies forestales propias de este espacio natural iban a aparecer a medida que subiésemos. 


El hayedo, humanamente desnudo por el invierno, fue la primera especie que salió a nuestro encuentro, los árboles mostraban su compleja arquitectura y alfombraban con sus frutos, que sirven de alimento a la fauna salvaje. Algunos ejemplares sacaban musculo a nuestro paso, mostrando su esplendor invernal.


Seguimos ascendiendo por el hayedo en sombra; frio en esta parte del bosque, caminamos hacia los primeros rayos de sol de este bonito día; desde aqui pudimos ver algunos arroyos pero había mucha sequedad en un enero que recordaremos por las escasas precipitaciones. En la foto el grupo a punto de alcanzar a la reencarnación de Corocotta.


En las sombras la temperatura no subió de 0 grados, el hielo sobre el terreno dibujaba formas abstractas de gran belleza. Parecía que la tierra, en su ansia por el agua, había decidido retenerla con el frío. 



Abatidos árboles dormían a nuestro paso y nos obligaban a realizar una improvisada  yincana  en la que había que emplearse a fondo para superar los obstáculos ... siempre con buen humor y apurando para no alargar el grupo.



Salimos del hayedo para llegar a un amplio espacio calizo, una pequeña cresta que se recortaba sobre el cielo azul. Desde aqui una amplia vista de los bosques que nos circundaban y rebelan la riqueza forestal de este parque natural entre ríos



El soleado territorio calizo da acomodo a otras especies montunas, árboles de un menor porte nos dificultan el paso. Los acebos que son la despensa, en especial de las aves, permanecían intactos, el verdadero invierno aún no ha llegado. 


Allí donde el sol comenzaba a calentar decidieron nuestros guías darnos un descanso para reponer fuerzas con el alto del " Plátano" , potasio para nuestros cuerpos, comentarios del día y ajustes en el equipo, el sol comenzaba a calentar.


Tres buenas patas para un banco, dos guardas y el lobo Bustamante. ¿ quien piensan ustedes que es Corocotta?


Más arriba y como antesala de los puertos altos, el refugio de Pucierca, para personas y ganado, José Luis Bustamante me comento que había dormido allí, no estaba mal para un apaño...por lo visto ha hecho guardia en peores garitas.



Y más arriba los pastos altos de estas sierras que superan ampliamente los 1000 meros, territorio del ganado de estos valles que aprovechan la hierba hasta la última brizna, los escasos árboles del lugar dan cobijo a quien se arrime a ellos.


Y llegamos al punto más alto del recorrido, el collado Carracedo  1.112 metros . desde aqui pudimos contemplar la sierra de Peña Sagra en esa vertiente que mira al mar y donde solo quedaban dos pinceladas de nieve.


Cerca del collado y al abrigo de una majada , los guías pensaron que era un buen lugar para comer y en verdad lo era. Sol de mediodía para reponer fuerzas, habíamos subido alegres y quedaban horas por delante.


Hora de volver para cerrar nuestra ruta circular, los guías pensaron que había tiempo para alargar el recorrido. Ante nosotros, horizontes de montañas viejas de la cordillera cantábrica, terreno despejado antes de volver  a tomar contacto con la umbría del bosque.



el terreno se complicada en estrechos y a veces húmedos senderos, el barro hacía que fuésemos con precauciones, este terreno que exigía mucha atención para prevenir caídas y lesiones.


Natalia auxiliada por el equipo de rescate. Atascada en el barro..."ni pa tras, ni pa lante"


De nuevo en  el bosque viejas hayas de gran porte salían a nuestro encuentro. Estábamos al final del recorrido, pero no de la jornada.




El centro de interpretación del parque natural se encontraba abierto y aprovechamos para dar una nota cultural a la jornada . Allí nos atendieron con explicaciones que completaban los materiales  expuestos.


Nuestros guardas posando con un antepasado suyo, con la vestimenta de la época...algunos trienios y promociones les separan.



La sala superior del centro de interpretación muestra diferentes aspectos relacionados con el territorio, bien merecen una visita y fueron un buen colofón para la jornada.
 



En una de las vitrinas pudimos ver varias monedas romanas, una muestra del pasado de estas tierras y estas gentes. Doscientos mil sestercios fue lo que Roma ofreció por la captura de del gurrero Cántabro Corocotta... me pregunto si las monedas expuestas son parte del botín; de Corocotta diré que esta federado en El Argayu.


 En wikiloc posdeis encontrar la ruta realizada por  GM El Argayu en la jornada de ruta oficial del 20 de enero 2024 . Es una aportación del socio José Ramón Santiago. ( el sobrin de Paco )



"La contemplación de la Naturaleza me ha convencido de que nada de cuanto podemos imaginar es imposible". Cayo Plinio Segundo.- Plinio el Viejo.-

                                                                              Salud y Montañas bellas.
                                                                                                                           
                                                                                                            Alfonso Martínez Toledano.